En el vasto panorama del arte contemporáneo, donde la inteligencia artificial y la estética algorítmica han transformado la creación visual, surge una voz singular que reconcilia lo humano con lo digital: Lorenzo Esteban — Lemanso Art.
Su obra no se rinde a la frialdad del código ni a la abstracción de los datos; al contrario, rescata la emoción del gesto pictórico y la materia de la pintura para fundirlas con la luz del algoritmo.
Desde Málaga, y con una mirada profundamente mediterránea, Lemanso Art articula un lenguaje nuevo: el arte digital generativo matérico.
1. Contexto y ruptura
El arte generativo ha evolucionado desde los pioneros de los años sesenta —como Vera Molnár o Frieder Nake— hasta los grandes creadores contemporáneos como Refik Anadol, Sofia Crespo o William Mapan, que exploran los límites de la visualización de datos, la vida artificial y la geometría algorítmica.
Sin embargo, la mayoría de esas corrientes se mantienen en el plano digital o inmaterial. Es ahí donde Lemanso Art introduce una ruptura esencial: devolver al arte generativo el peso de la materia, la densidad del gesto, la presencia táctil de la pintura.
Su obra no es un simple experimento con IA, sino una búsqueda profunda del equilibrio entre la intuición artística y la creación automatizada.
2. La fusión matérico-digital
La poética de Lemanso Art se define por un proceso híbrido y artesanal dentro del entorno digital:
• La imagen nace de un proceso generativo controlado, cuidadosamente diseñado en plataformas como MidJourney.
• Luego, se somete a una edición pictórica minuciosa en Procreate, donde el artista interviene como si estuviera trabajando al óleo o con espátula sobre lienzo.
• Finalmente, la obra se materializa en impresiones Fine Art sobre papel Hahnemühle 310 g, certificadas y numeradas, devolviendo al espectador la textura visual y física que el arte digital suele perder.
El resultado son obras con presencia matérico-digital, donde el relieve se intuye, la luz respira y el color vibra con una calidez orgánica.
3. Identidad mediterránea
En contraste con la frialdad tecnológica de gran parte del arte generativo, Lemanso Art introduce una sensibilidad mediterránea:
la luz dorada, los tonos tierra, la serenidad del horizonte marino, el silencio entre las formas.
Su arte no busca deslumbrar con efectos visuales, sino invitar a la contemplación.
Cada trazo digital conserva la huella del gesto humano, evocando la calma de un taller al atardecer o la textura del óleo secando al sol.
Este componente espiritual y luminoso confiere a su obra una identidad única dentro del arte digital global: una humanización de la inteligencia artificial.
4. Comparativa curatorial
Mientras Refik Anadol trabaja con datos inmersivos y Sofia Crespo con biología sintética, Lemanso Art se sitúa en un territorio más íntimo: la poesía del trazo.
Su universo dialoga con la abstracción matérico-impresionista contemporánea —como Gerhard Richter o Nicolas de Staël— pero traducida al lenguaje digital.
Así, su práctica establece un puente entre la pintura moderna y la creación generativa, convirtiéndose en uno de los escasos exponentes de esta síntesis en Europa.
5. Conclusión: del trazo al píxel
En la obra de Lemanso Art, la materia no desaparece: se transforma.
Cada trazo pictórico se convierte en un píxel emocional, cada relieve en una vibración de luz.
Sus series —Abstracciones de lo Invisible, Rostros del Mundo, Geometrías del Silencio— construyen una cartografía coherente de ese viaje entre lo tangible y lo intangible.
“Del trazo al píxel, de la materia a la luz.
Lemanso Art convierte el algoritmo en emoción y la pantalla en lienzo.”
Con esta premisa, Lorenzo Esteban — Lemanso Art se consolida como uno de los pioneros del arte generativo matérico en España, y como una figura clave en la nueva corriente internacional que devuelve alma, textura y humanidad al arte digital. Curatorial

